
Cuando me preguntan a qué me dedico, me es muy difícil responder… Pero puedo decir que, a través de la energía, tanto mía como universal, intento dar paz y alivio a quienes acuden a mi consulta.
¿Y cómo lo hago? Pues depende de lo que necesite, pero siempre escuchando el corazón y el alma y poniéndolos en resonancia con el mío. Hay un método diferente para cada uno de nosotros. Pueden ser masajes, con aceites esenciales, con mis propias manos. Puede ser con un péndulo… o quizás con una pluma o con cristales.
Nunca es lo misma sesión y nunca es el mismo tratamiento, sin olvidarme jamás de que somos todos una gotita del mismo océano.